jueves, 6 de marzo de 2014

Historia en puzzle

Habían puesto a Rembrandt el autorretrato más bien grasaso por lo de los colores. Lo mostraban sostinido con le pulgar sucio, y en con una carretilla vieja, pero no tampoco. La otra mano tenía un monedero com si estuviera pensando en que pagaba por adelantado. El rostro de disgusto por la vida y de los pensamientos. Pero tenía una dura alegría que los hacía brillantes como gotas de rocío al amanecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario